dimecres, 2 de març del 2011

Valencia: El Epicentro de la Roña Conservadora

Hoy hemos visto en los periódicos otra demostración de la casposa derecha española bajo el mando del Arzobispado y el Instituto Juan Pablo II atacando directamente a la homosexualidad.

En su línea de adoctrinamiento, de clara inspiración franquista, pretenden enseñar a los niños desde los 5 años en colegios religiosos clases de "heterosexualidad", entre otras formas de vida casta y reprimida para también "prevenir el abuso". 

Con frases como "las relaciones sexuales entre homosexuales no deben considerarse de esposos/padres" atentan contra la dignidad de nuestro colectivo que tanto ha luchado para que sus derechos sean reconocidos. Con este particular lavado de cerebro pretenden volver a los niños a la sociedad heterosexual que ellos ven como utópica y que, por desgracia de sus honorables clérigos, ya no existe porque ha alcanzado una normalización mucho mayor de la que les puede caber en la cabeza.

Esperemos que esto sólo sea una anécdota y desistan en convertir a los niños, que están en las escuelas para estudiar y ser personas de provecho el día de mañana, en conejillos de índias para su macabro integrismo rancio que sólo busca la demonización de un colectivo que ha sufrido muchas penurias para poder conseguir el rango de ser humano en las sociedades avanzadas. 

Artículo compartido con el blog www.jgbarcelona.blogspot.com 

3 comentaris:

Iruell ha dit...

Siempre me ha sorprendido que aquellos que renuncian a tener una vida corriente se crean capaces de dictaminar que está bien y mal en una sociedad de la que no son parte. Dicho lo cual, vomitivo y repugnante que esto siga ocurriendo hoy en día y más aún que se permita.

Juna E-isto ha dit...

hola?

Anònim ha dit...

Yo soy valenciano y estudié en un colegio católico concertado, y según recuerdo, alguna clase de sexualidad nos dieron, pero debió ser poca, pues no recuerdo nada, y esas cosas se recuerdan, supongo.

Menos mal que había profesores que enseñaban lo que tenían que enseñar, y no mojigaterías católicas.

Saludos.